Me acobardó la soledad y el miedo enorme de morir lejos de ti. Qué ganas tuve de llorar sintiendo junto a mí, la burla de la soledad. Y el corazón me suplicó que te buscara y que te diera mi querer. Me lo pedia el corazón y entonces te busqué creyéndote mi salvación. Y ahora que estoy frente a ti parecemos, ya ves, dos extraños. Lección que por fín aprendi.. Como cambian las cosas, los años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario