martes, 14 de abril de 2009

Puedo volar, pero deséo sus alas. Puedo brillar inclúso en la oscuridad, pero reclámo la luz que él trae. Me regocijo en las canciones que él canta. Puedo amar, pero necesito su corazón. Soy fuerte, incluso por mí misma, pero de él, no quiero apartárme nunca. Él ha estado aquí, desde el principio. Bendigo el día, en el que llegó a la existencia. Las alas de un ángel lo trajeron hasta mí, celestialmente. Puedo volar, pero deseo sus alas. Puedo brillar incluso en la oscuridad, pero reclamo la luz que él trae. Me regocijo en las canciones que él canta.

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