Hoy mi pared está triste y vacía, es que quíte tu fotografía. No quiero mirár tú dulce sonrisa, si ya no es mía. Fuí y la escondí en un sitio lejano, dónde guardo las cosas que me hacen daño. No quiero llorar al mirar tu cara, ¿y si ya no es para mí esa mirada? Vive mis horas dormidas, sin emociones. Páso los días haciendo éstas tristes canciones. Lenta transcurre mi vida sin esperanzas... De que vuelvas otra vez. Flaca, perosa, cansada y sin ilusiones muere mi cuerpo, y en mi casa, no tengo pasiónes. Y aunque preténda ocultárte, te llévo presénte aquí en mi mente. ¿Y que puedo hacer si corres por mi llanto? De nada sirvió esconder tu retrato. Sabér dónde estás y no poder llamarte. Me gasta la vida, me envenéna el aire. Y quiero salír como una loca a buscarte, pero aun tengo rabia... Y me quedo a esperárte. Yo quiero sabér si al final te das cuenta, que cómo yo nadie puede querérte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario