De sobras sabes que eres el primero, que no miento si juro que daría por ti la vida entera, por ti la vida entera. Y sin embargo, un rato, cada día, ya ves, te engañaría con cualquiera, te cambiaría por cualquiera. Ni tan arrepentida, ni encantada de haberme conocido, o confieso. Tú que tanto has besado, tú que me has enseñado. Sabes mejor que yo, que hasta los huesos sólo calan los besos, que no has dado, los labios del pecado. Y me envenenan los besos que voy dando, y sin embargo, cuando duermo sin ti, contigo sueño, y con todos si duermes a mi lado. Y si te vas, me voy por los tejados como un gato sin dueño, perdido en el pañuelo de amargura, que empaña sin mancharla tu hermosura.
No debería contarlo, y sin embargo, cuando pido la llave de un hotel, y a media noche encargo un buen champán francés y cena con velitas para dos. Siempre es con otro amor,
nunca contigo, bien sabes lo que digo.
No debería contarlo, y sin embargo, cuando pido la llave de un hotel, y a media noche encargo un buen champán francés y cena con velitas para dos. Siempre es con otro amor,
nunca contigo, bien sabes lo que digo.
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