miércoles, 23 de diciembre de 2009

Ella se pone a pensar y se queda quieta, todo le hace recordar a su vida desecha. Recorre el frío con su dolor, llorando en su puerta. Y hoy estalla su corazón, recordando a su estrella. Las calles le hacen mal, todos las desheredan, todos la miran mal y ella, se queda. Hoy se puso a hablar con su pena, ella sola en la ciudad, de la gente muerta. Pocas veces la vi reír, su marido le pega. Ella llora por ese mal y aguanta su condena. No tiene de comer, solo fuma sola. Su carnada no es su miel y su vida la ignora. Una noche de abril, reflexionó en su mente. Ella decidió morir, dejándote para siempre. Fumando un marley de ocasión con un gusto sano, decidió olvidar el dolor y dedicarse al engaño. Pocas veces la vi reír, pocas veces gratas. Cuantas veces le toco sufrir, por no decirle nada. Por no decir más nada, por no decirle nada.

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