lunes, 14 de diciembre de 2009

Triste, como el perro en la autopista, como una tortuga con prisa, como una monja en un burdel. Sola, como cuando tú te fuiste, como cuando no te rozan unos labios de hombre. Hoy me he vuelto a ver, absurda, como un domingo por la tarde, como las balas por el aire, como los besos que no diste, como un cuerpo que se viste cuando me desnudo yo. Y ahora que voy más sola que la luna, negociando gasolina para este amanecer. Ya ves, voy buscando en la basura unos labios que me digan: "esta noche quédate". Como un borracho en el desierto, como una princesa en el metro, como un reo sin voz, como una navidad sin techo, como un delfín en el mar muerto, como la lagrima que moja tú colchón. Vacía, como el corazón del rico, como el bolsillo del mendigo, como los besos de alquiler. Confusa, como una noche sin abrigo, como las frases que ya no te escribo, pa' que vuelvas otra vez.

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